VII-P — Fernando Espinosa Olivera

Ciencia, innovación y tecnología en los Objetivos de Desarrollo Sostenible

— Entrevista de Luis Vélez Serrano a Fernando Espinosa Olivera, Embajador alterno de México ante las organizaciones Internacionales de la ONU en Ginebra, en el marco de entrevistas pre-pódium del VII-P

 

espinosa fernando300x435— ¿Cuál es la relevancia de la innovación y la tecnología en los objetivos de desarrollo sostenible?

— Primeramente, permítame expresarle Don Luis, una muy cálida felicitación con motivo de la celebración del Podium de PuntoLatino y por considerar al ámbito multilateral para la temática de su séptima edición. La ciudad de Ginebra es ideal como sede al abrigar cerca de 40 organismos internacionales, numerosas organizaciones no gubernamentales y una importante comunidad de residentes o expatriados de Latinoamérica y del Caribe incluyendo de su país, Bolivia.

La incorporación de un panel relacionado con ciencia y tecnología es pertinente. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la Agenda 2030 adoptados en 2015, entre los que figuran innovación; energia asequible y no contaminante, salud y bienestar; trabajo decente y crecimiento económico tienen relación directa o indirecta con la ciencia y la tecnología.

La agenda internacional es extensa y los desafíos son enormes para la consecución de los ODS. Como ha destacado el propio PNUD “La creatividad, el conocimiento, la tecnología y los recursos financieros de toda la sociedad son necesarios para alcanzar los ODS en todos los contextos.”

Históricamente, puede constatarse que la emergencia de avances científicos y el empleo de nuevas tecnologías producen transformaciones en nuestras sociedades, economias, en el medio ambiente, en la cultura y hasta en las formas de organización y participación política. Por citar un ejemplo, en años recientes hemos sido testigos de la proliferación de herramientas más sofisticadas que, a través de una aplicación en un teléfono móvil o una computadora, modifican nuestros esquemas de interacción comunitaria (redes sociales, metaversos) y de consumo (plataformas digitales como Amazon, Uber). Adicionalmente, se abren numerosas interrogantes, como la naturaleza de relaciones laborales y hasta la posibilidad de conductas delictivas dentro de metaversos.

 

¿Cuál es el papel de la diplomacia multilateral y de los OI con sede en Ginebra respecto a estos temas?

— Como expresaba al inicio de la entrevista, Ginebra es sede de alrededor de 40 organismos internacionales y regionales especializados los cuales directa o indirectamente - se relacionan con la tecnología, entre los que se cuentan el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN); la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT); la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC); la Conferencia de Desarme (CD) y la recientemente creada Geneva Science and Diplomatic Anticipator (GESDA).

Las más recientes innovaciones en ámbitos como inteligencias artificiales, plataformas digitales, biotecnologías; ingeniería cuántica; el propio desarrollo de la industria 5.0 y la evolución de plataformas de comercio electrónico generan nuevos retos laborales, ambientales y en materia de propiedad intelectual que forman parte del mandato de organismos internacionales especializados con sede en Ginebra como la UIT, OIT y OMPI
La diplomacia - y particularmente la diplomacia multilateral deben registrar los cambios e innovaciones dentro de sus respectivos ámbitos. Sin embargo, deben ser capaces de anticiparlos a efecto de que se puedan generar una mejor toma de decisiones; políticas públicas más eficientes y regular tanto sus efectos positivos como negativos para canalizarlos al cumplimiento de los ODS.

La pandemia Covid19 fue un claro ejemplo de que los avances científicos y la tecnología son esenciales para coadyuvar a resolver una crisis y garantizar así la salud de la población con el desarrollo de vacunas. Sin embargo, la pandemia demostró también que los esfuerzos multilaterales deben ser coordinados para asegurar resultados eficientes y equitativos en beneficio de toda la comunidad internacional y no solo de algunos Estados con acceso a recursos y tecnologías.

La emergencia de nuevas tecnologías puede generar progreso y bienestar, como es el caso de vacunas o tecnologías anticontaminantes, pero también daños y destrucción inconmensurable cuando su empleo es inapropiado o como lo constituye el desarrollo de armas de destrucción masiva.

 

— ¿Tiene algunas reflexiones finales?

— Pesonalmente, creo que uno de los retos de la diplomacia es garantizar el acceso a la información científica y a la tecnología para que no sean el privilegio de una minoría y que su empleo no sea contrario a los propios principios del sistema multilateral establecidos en el derecho internacional.

Por otra parte, la diplomacia del Siglo XXI - y particularmente el multilateralismo - no solo deben ir a la par de los cambios e innovaciones a los que he hecho referencia sino ser capaces de anticiparlos para generar una mejor toma de decisiones; regular tanto sus efectos positivos como negativos y canalizarlos para el bien común de la humanidad.

En ese sentido, creo que un reto no menos importante será conciliar el acceso abierto y pacífico a la ciencia y tecnología que nos abren un mejor conocimiento del universo y el cumplimiento de los ODS, pero evitando coartar la libertad de investigación y la creatividad que son necesarias en una sociedad abierta e informada.

¡Gracias Don Fernando!

 

 

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